domingo, 31 de marzo de 2019

Tarea 1.5. Reflexión sobre el bloque 1: Participación, convivencia y aprendizaje.

El comienzo del curso "Convivencia escolar: prevención e intervención" ha sido muy interesante con respecto a la información que teóricamente se nos han proporcionado para el análisis de nuestros centros. Así, los contenidos teóricos nos han facilitado una base para analizar de dónde partimos para mejorar los problemas de convivencia de nuestro centro.

Algunas de las ideas clave que se han desarrollado a lo largo del bloque se enuncian a continuación:

  • El diálogo adquiere un papel cada vez más importante en la sociedad, y también en la mejora de la convivencia de los centros educativos.
  • La participación de las familias y el resto de la comunidad educativa es un componente esencial para el éxito escolar y la mejora de la convivencia.
  • La dimensión instrumental y humanística en el aprendizaje deben estar unidas para lograr la mejora de la convivencia escolar.
  • El diálogo y la deliberación entre todos los actores escolares es un componente esencial para la mejora de la convivencia.
Estos contenidos han sido trabajados a través de varias tareas. Comenzamos el bloque imaginando un sueño para nuestro centro educativo.


Elegí este sueño debido a que creo que es necesario establecer un diálogo igualitario entre toda la comunidad educativa para mejorar la convivencia de los centros educativos. Muchas veces, cuando surge un conflicto en el aula, la solución se reduce únicamente a imponer sanciones a los alumnos involucrados, sin darnos cuenta de que este modelo disciplinar puede suponer más problemas que soluciones a largo plazo.

Después, realizamos un análisis de la realidad de nuestro centro a través de una presentación que puede verse en el siguiente enlace.

Esta presentación me ha servido para reflexionar sobre algunas fortalezas y debilidades de mi centro educativo:
  • El modelo que sigue imperando en la mayoría de centros es el modelo disciplinar. Este modelo esta basado en la jerarquía y en la autoridad, de manera que el equipo directivo del centro sigue siendo mayoritariamente el encargado de imponer las normas y sanciones.
  • Con un modelo disciplinar, algunos alumnos no aceptan las normas de convivencia al verlas como algo ajeno que les ha sido impuesto. No comprenden las normas y se rebelan ante ellas. Así, algunos alumnos son etiquetados como "conflictivos" disminuyendo su rendimiento académico.
  • Es necesario cambiar a modelos heterogéneos que cuenten con los recursos necesarios para atender y aprovechar la diversidad. La medidas inclusivas generan un mayor aprendizaje y reducen los conflictos. El problema muchas veces es la falta de recursos de los centros educativos, por lo que la mayoría de las veces se opta por un modelo de agrupamiento Mixture.
  • Respecto a la participación, en mi centro faltan espacios para la participación de las familias y el resto de comunidad educativa. Por lo que es muy importante trabajar en la creación de dichos espacios para poder realmente involucrar a las familias en el día a día del centro.
  • Respecto a las fortalezas de mi centro, el punto de partida para la mejora de la convivencia es bueno ya que existe una comunicación fluida cercana entre alumnado, profesorado y familias. Además, tanto el profesorado como el equipo directivo tienen una disposición positiva para formarse en materia de convivencia y avanzar hacia el cambio de modelo.

Estas fortalezas y debilidades se resumen en la siguiente infografía:





Espero que mis aportaciones os hayan parecido interesantes.

Muchas gracias.



Ana Sastre


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